Capítulo 3. Ricardo Baila

Siempre . . . Mis pensamientos

Cuando yo tenía tres o cuatro años, siempre recuerdo que escuchábamos tango en nuestra casa. Mi abuela solía llevarme al Teatro Colón. Compraba la entrada en la útlima sección del  teatro y decía: “vuelvo”. Luego ella se juntaba con sus amigos. Siempre volvía a buscarme. Cuando tuve 10 u 11 años solíamos bailar,  nosotros ,los muchachos, en las reuniones familiares y los clubes del barrio. A sus 15 años ya bailaba en los salones. Me acuerdo de los bailes de las tardes y las noches. Fue alrededor de 1944 – 45 que fui consciente del feeling (sentimiento) que el tango producía en mi. Luego yo comencé a ir a la gran ciudad y a los pequeños lugares donde la gente bailaba. Después me di cuenta sin duda que en la provincia había grandes bailarines cuyos estilos eran muy diferentes y muy individuales, y siempre caminaban con elegancia y estilo. No existían las academias en ese tiempo, solo prácticas para hombres en todos los barrios.

crafts america forms 2

 

Así pasé por las grandes milongas en el centro de la ciudad, como Sans Souci, que estaban abiertas desde las 3 de la tarde hasta las 4 de la mañana. Bailar esas horas solíamos decir “Vermouth y Noche”, significaba bailar tarde y noche. Alrededor de dos o tres mil personas bailaban de día y de noche en Sans Souci. A la misma hora de la noche muchos bailaban en Picadilly, Desirée, La Cigalle, La Nobel, Mi Club  y también en cabarets como Novelty, Chanticler, Tibidabo, Tabaris. En los años 40s y 50s en el centro de la cuidad y en los suburbios habían más de mil lugares para bailar durante la semana. Era muy difícil decidir adonde ir a bailar, ya que todos los lugares tenían un alto nivel de baile.

Hoy, en el atardecer de mi vida, recordando los buenos momentos, he vivido casi 60 años bailando. Yo traté de dar lo mejor de mí no solamente con los pasos, sino a través del feeling, de la sensación del baile con ritmo y cadencia, pecho a pecho, mejilla a mejilla.  eso fue maravilloso. Tratar de preservar eso, el tango, es mi más grande deseo. Preservemos el tango … bailemos para nosotros.

Hoy … sin duda, hay una nueva tendencia en bailar tango, pero no todos estos hombres y mujeres jóvenes deberían pensar solo en la coreografía, que es solo bueno para bailar en show y teatro, sin embargo el real y verdadero lugar para bailar es el salón … o sea la milonga. Practicar en la milonga les dará mejor seguridad y estilo; desarrollará su propio feeling (sentimiento) para entender esa pasión que es el tango.

Sentir y bailar sin pensar los pasos es el feeling que cada uno dará a su cuerpo para poder expresar su baile. Mejorando en un lugar pequeño donde el hombre tiene que encontrar la manera de bailar, en el medio de la pista, a la vez cuidando que nadie golpee a su pareja, con bailarines en compás y ritmo, abrazando profundamente la vibración que no se puede comparar con nada … es la terapia que libera el alma.

Tango es la elección de un momento para toda tu vida. Cuando la obsesión se termine, te das cuenta que el tango estará dentro tuyo por toda tu vida, como un espíritu que nunca muere.

Publicado en El Once Tango (Londres) No. 41 (Invierno 2003 -2004) e imprimido con el permiso.

 

 

 

 

 

Elste video es la gentileza de Rick McGarry

 

Published on 20/09/2017 at 11:26 pm  Comments Off on Capítulo 3. Ricardo Baila  
%d bloggers like this: