Prólogo

Ricardo Vidort

 30 de agosto, 1929 – 21 de mayo, 2006

El Inolvidable Milonguero y Su Esencia

Este proyecto ha sido concebido y realizado desde el sentimiento del corazón, por Ewa Kiełczewska.
Ricardo trajo a mi vida el misterio y la fragancia de Buenos Aires, siendo quien era hasta los últimos días de su vida. Abrumada con la profundidad de espíritu de Ricardo, he dedicado 7 años para transmitir esta vivencia. Aunque algunas de las entrevistas han sido publicadas sin mi autorización, tengo fe de que este trabajo completo sea de valor para muchos.
Ricardo siempre quiso escribir un libro sobre el significado del tango y su conocimiento de la cultura del tango. Espero que le guste lo que he hecho.

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 Señor:

Así como el viento sopla y el río corre, tú nos acercas a la belleza y sabiduría que es el viviente, el ser humano, la naturaleza.

Ricardo, le agradezco por habernos visitado, conocido, por llevarle tanto amor y entendimiento a nuestra querida Mamá. Vive aquí con paz y tranquilidad, tenga su alma abierta a lo que es el misterio del universo, el gran poder.

Gracias por sus cuentos y relatos, siempre me alegro de escuchar su poesía.

Abrazo, Teague (hijo mayor de Ewa)

*****

Para todos los que aman a Ricardo, que tienen la pasión del tango y que sienten la pérdida del gran maestro:

El hombre con corazón de verdad, quien construyó su vida alrededor del tango y sus amigos, enseñando y bailando la música de su país según su única manera de sentir, con el amor y la pasión por el baile y su historia, se fue del mundo en vida después de algunos meses de sufrir una enfermedad.

Ricardo no era solamente un gran bailarín; tenía una buena educación, ya que contaba con un título en parapsicología; tenía una manera de pensar como un filósofo. Su amor por la humanidad, su falta de egoísmo y su generosidad guíaban y daban luz a su vida.

Ricardo tocó muchos corazones y dejó una marca vívida del hombre con cariño, deseándoles el bien a todos, con alegría por el éxito de uno, sin nunca olvidar expresar su apreciación.

Ricardo y yo fuimos a Buenos Aires para ver un oncólogo, su hija Solange, su madre y sus amigos. Su deseo era morir a mi lado. En Argentina no obtuvimos la dosis necesaria de su medicación. De regreso a Santa Fe pudimos manejar su dolor, Ricardo estaba calmado y más tranquilo; el sufrimiento dejó de existir.

Rodeado de amor, flores y sonido de naturaleza y también de su música favorita, Ricardo falleció el domingo, 21 de mayo, con la puesta del sol, y a la mañana una sonrisa sutíl apareció en su cara diciéndome que estaba feliz en su viaje.

Vivimos juntos un año, lo que me pareció como si fueran 100 años, llenos de gran belleza, con la armonía e intensidad de sentimientos; nuestros corazones viviendo uno por el otro.

Para todos los que están asombrados por qué Ricardo había decidido morir en Santa Fe, me gustaría citar sus últimas palabras:

“Dios me tiró una piedra que se cambió en diamante. Debí haber hecho algo bueno en mi vida para haberte encontrado”.

*****

Hay pocas palabras para expresar el sentimiento de añoranza en mi corazón … le agradezco por todo lo que me dio.

Muchos se tomaron el tiempo para escribir, para transmitir el sentimiento de la pérdida, agradecer por su enseñanza, con apreciación por su único talento, contando las historias, mandando lágrimas y las emociones del corazón.

Nuevamente agradezco a Todos. Con todo mi amor y respeto,

Ewa

 

 

 

 

Published on 20/09/2017 at 11:10 pm  Comments Off on Prólogo  
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